
... Que me joden el presente.
El ser humano es así. Nunca está contento con lo que tiene. Y yo, para no desentonar sigo las reglas o pautas marcadas.
Desde que he empezado a trabajar, trabajo mínimo y sin exagerar 60 horas semanales. Un puto día libre y una bronca tras de otra. Pero es un trabajo que de cara a mi futuro es buenísimo, y aguanto por eso, porque sino, ya lo hubiese mandado a tomar viento.
Todo lo demás sigue igual, podría estar meses sin escribir y no pasaría nada. El trabajo me absorbe mi vida. Menos mal que sólo es de temporada, y ya planeo mis 4 meses libres que tendré a partir de octubre.
Me gusta más filosofar que contar mi vida, pero hoy, sólo tenía ganas de hacer esta pequeña reflexión.
Un saludo desde Cayo Malayo.
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