sábado, 19 de abril de 2008

Qué rápido pasan las semanas

Vuelven a ser las 7:30 de la mañana de un estúpido lunes (situado en el calendario) a finales de Abril).

Algún día lograré superarlo, pero de momento me toca aguantar. Me levanto tarde, y me pone como de costumbre de una mala ostia que no lo aguanto. Cojo el coche y venga media hora en la que si me siguiese ese programa chorra de A3 en el que siguen a los famosos para ver cuantos puntos perderían, yo reviento la máquina. Llego 10 minutos tarde, pero como me controla poca gente, pues no pasa nada.

Y así pasa el martes, miércoles, jueves, viernes... y volvemos a empezar.

No me apetece ni escribir, de hecho, no tengo inspiración, de hecho, escribo por escribir.

Tengo ganas de viajar, perderme por el mundo, desaparecer entre auroras boreales al punto, y despertar en la orilla de alguna playa desierta al ritmo de una canción country. Si country, me relajan.

Me despido con una frase que oí la semana pasada por la tele, pero no me acuerdo en que programa o serie: No hay peor ciego que el que no quiere ver. Ese soy yo.

Te devuelvo los besos Crispu.